

-¿Y el agua salió caliente? Esta es la pregunta obligada por la ubicación que tiene el terreno sobre las aguas termales del río Laja: en la zona de cálidos balnearios como Taboada y la Gruta.
En 2008, con ayuda de nuestro querido amigo Jos, nos hicimos de la tierra que hoy es Alborada. Me encantaba ir a ver el atardecer al terreno y soñar con que algún día, algo haría ahí.

El agua era indispensable. Después de varios años de indagaciones, vueltas y trámites, logramos comprar los derechos del agua y sacar los permisos necesarios para poder perforar un pozo. La experiencia de ver trabajar la perforadora hidráulica y sentir en las manos la calidez del agua que salía de la tierra, de mi tierra, me emocionó hasta las lágrimas.

Consolidar este paso requirió del esfuerzo de varias personas: Mauricio, papá de mis hijos y amigo entrañable, confió en mí y patrocinó el pozo; el Ingeniero Gualito llevó a los vareros para ubicar el lugar donde se perforaría el pozo y realizó los trámites; el Sr. Carlomagno hizo la perforación; mi papá me acompañó y asesoró en el proceso; y yo, coordiné todo para que sucediera.

